lunes, 11 de abril de 2011

Ojos desdeñosos.


Mis ojos deberían estar ya cerrados.

Aún cuando hay sueño hermoso que los incita a acostarse.

Y mientras uno espera, a que los ojos sucumban a los encantos del sueño, piensa en la oscuridad del cuarto.

Tal vez esa sea la razón por la que el insomnio siempre conlleva a pensamientos tan densos, porque sin saberlo, somos participes de un momento en el que el corazón del que desea tiembla y del que no anhela enmudece.

¿Y por qué los ojos de vez en cuando reniegan la petición de los sueños?

Si éstos los llevan a los lugares a los que nunca podrán ir.

Los sueños les dan a los ojos: piernas, pensamientos, una voz que no necesita lengua y boca para ser escuchada, un caballo plateado y para los más soñadores alas que no necesitan ser cargadas.

Ojos...si ustedes tiene la oportunidad de estar donde nunca se han imaginado, y se niegan

¿Qué oportunidad hay para nosotros?


No hay comentarios:

Publicar un comentario