martes, 15 de noviembre de 2011

pierdo mis recuerdos
para olvivarldos
para correr en la nada
desprovista de hierba que mece
las dichas, las tristezas...
corro en la nada
para perder
los olvidos
mientras que los recuerdos
prevalecen
en una fuga reducida a la nada.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Boca.








Delgada roja es una costa


carga en su línea el mundo.


sobre ella pasa el viento


un cumulo de carne lento.


lengua, le dicen a línea roja, que es quien pasa


humedeciendo su costa rojiza


derrumbando el todo


envolviendola


delgada roja está unida a la lengua


y es sacudida por su aire


por su ola seca que planea.


delgada roja no sabe.


no sabe que vive perdida.


delgada roja está alejada de las suyas


destinada a enmarcar una costa que nunca


delimita.


Pobre delgada roja...


no sabe que ella cambia.


curva cuando sonríe.


oblicua cuando espera.


Delgada roja no sabe.


No sabe que no hay costa.


jueves, 20 de octubre de 2011

En el lomo del aroma.
Perezoso se acienta.
la luz, que cierra los ojos.
Ciega a la vista.
Enmudecida frente a la mirada de todos.

jueves, 1 de septiembre de 2011

domingo, 28 de agosto de 2011

La flor se desnuda frente al invierno.
Quiero detenerla.
Decirle que va a morir
en el frío invierno.
No me cree.

viernes, 5 de agosto de 2011

Ombligo

Mi ombligue se retuerce en su tumba de vientre.

Quiere escapar.

Es un rebelde...

Pobre, no sabe que únicamente resalta en mí por su vacuidad.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Todavía en los labios lejanos

Encuentro

Y en esos ojos, rostros que se han perdido en el tiempo

Sigo recordando.

lunes, 6 de junio de 2011

La bebé dormida.

Pocos días antes de morir una joven da a luz a una bebé, que entre llanto y lagrimas ritmicas pareció emitir la voz de una bruja. La partera y el padre que estaban en la habitación, cuando los alaridos maléficos sucedieron, callaron sus sospechas. Hasta que tres días después la madre murió con la vista de los ojos enterrados en la pared en la que colgaba un crucifijo.

El padre y la partera decidieron matar a la bebé, que no hacia más que llorar y con su gargantita hacer sonar los maleficios de la bruja.

El padre, con los ojos hundidos en el mar de desgracia ahogó a la bebé en un lago que encontró colinas atrás de su casa. Al regresar le informó a la partera, que lo esperaba impaciente. Ambos sumidos en tristeza decidieron gastar el resto de su vida maldita juntos y quisieron pensar que todo se volvería una paz, de esas que sofocan a uno sin darse cuenta que sus labios mueren.

Pero como todos los hombres, se habían equivocado. Ellos, al matar a la bebé habían propagado la maldición que sólo se había germinado en la nena de huesos blandos y comenzaron a oír las historias de aquel lago blanco, en las que los granjeros, cargando entre sus brazos sus hijas más jóvenes en sus brazos se hundían.

El padre y la partera, sin saber que hacer volvieron al lago, ambos cargados de crucifijos. Se acercaron a la orilla y vieron y vieron de l agua emerger la cabeza de la bebé, quien con sus ojos sin la intensidad de los que han sido abiertos los vio. El hombre tomó valor y trató de apuñalar la cabeza de la bebé con su crucifijo. Falló y cuando la partera le pidió que detuviera se dio media vuelta con la maldición ya pudriendo sus venas. Acuchilló el vientre de la partera que gritó, profiriendo en cada silencio las risas de la bruja, la cargó en brazos y ambos caminaron hacia al lago, hasta que sus cabezas, se perdieron.


domingo, 5 de junio de 2011

Uno carga un costal lleno de recuerdos, favores, deudas. Uno lleva en la espalda el peso del porvenir, el tiempo consumado y las estaciones que se guardaron para poco después saber que no regresarían, hasta que el siempre terminara.


domingo, 29 de mayo de 2011

Algo viejo.

Ojos siameses...
dime el secreto, ¿por qué tu fascinación me acorraló?
Y ahora, que poco a poco vuelvo a la realidad.
Sabiendo que estoy equivocada...
Que no eran tus labios, que por más dulces ahora sé que son agrios.
Que las palabras que se dijeron ahora sólo hacen más que gritar a las que parecían no tener boca.
Tal vez lo más sensato debería ser decir gracias.
Sí.
Pero yo todavía no sé si soy una persona sensata.
Por lo pronto, pretenderé que tu ojos siameses son similar a los que veo ahora.
No gracias y un adiós en reversa.
Es todo lo que puedo hacer ahora.

Otra niña

La niña malcriada le gusta pensar que tiene razón...¿si no es así, por qué la niña malcriada sigue viviendo?

Por que le gusta pensar...

Si madurar es matar a la niña malcriada...es que he tardado de desear ser un asesino, eso debería ser bueno... no atreverse ni matar a una metáfora.

sábado, 28 de mayo de 2011

El principio y el final.

¿Qué sucede?-preguntó el cuerpo de cal.
Parece que está tratando de llorar-dijo una de las bocas de labios marchitos.
¿Por qué deseas llorar?-le preguntó la viajante huesuda que había llegado, sólo para confirmar que no hay caminos que seguir.
-Quiero llorar para saber que hay algo..-contestó la cara de huesos.
-Empiezas a oírte como humano-dijo con desdén la calavera femenina.
-Antes de morir fui un humano...-replicó.
-Y lo volverás.
-Sí, por un para siempre que terminará siendo un nada cuando regrese.
-Te esperaré y estaré aquí. Cuando vuelvas a morir.

viernes, 27 de mayo de 2011

Tenue.

La oscuridad tranquila posa sobre su frígido cuerpo...
Los ojos claros y cabello cobrizo van poco a poco cediendo.
No hay más que decir...
Por más que ella camine, él le seguirá.
No importa lo que pase.
Él es su sombra.
La mancha parda que yace cocida en sus talones y se extiende cada vez que ella avanza.
...
Por eso tanto se aman.
Porque la noche y el día serán sólo uno, cuando el tiempo se detenga y los seres con ojos mueran.
Sólo así saldrá la verdadera naturaleza.
Y la diferencia emanará su verdad...
No se puede ver con ojos marrones, no se puede observar con la ceguedad blanca.


jueves, 26 de mayo de 2011

Los labios abiertos.

En una pasividad usurpadora me encuentro...
Saber que aquel vacío es tan natural como mis labios...
Tener la noción que nunca se irá, hasta que la muerte lo llene...
Tendré que esperar para que se extinga.
Por lo pronto, no cesaré de mis intentos de llenarlo.
Como la comida que pasa entre mis labios, cada día.

miércoles, 25 de mayo de 2011

En alguna parte del mundo yace una joven cansada de entrar al hotel polvo de azúcar a acostarse con los hombres oveja...lástima que la joven cansada ignora que los sueños se pueden conseguir sin ningún tipo de moneda...ni la sexual.

lunes, 23 de mayo de 2011

En la vieja ciudad de estalagmitas de concreto y muros de azulejos se encuentra el hombre que se consume a la par de su cigarro.

Mira el cielo hondo y trata de pensar que tal vez no estaba tan equivocado, mira al piso y por segunda vez en el día, se lamenta de que sus ojos no tengan la misma capacidad de perderse en el firmamento como en el suelo.

martes, 17 de mayo de 2011

J .Fisher

Mira allá...
Es Fisher...
Le han roto el corazón, que está más destrozado que sus pantalones...
Observa el gordo arete que le cuelga en la oreja, es como un ojo que busca y se cansa.
Hijo...ve a Fisher, tiene 18 años y va rumbo al final de la ciudad.
¿Qué buscará?
Ya se va...
¿A dónde irá?
Tal vez trate de encontrar algún suplemento de amor.
O a decidido que ya no buscará.

lunes, 16 de mayo de 2011

El contador de ovejas.

Julián yace con expresión ansiosa en su cama. Desde hace días que no ha podido dormir, pero esa no es la razón por la que está ansioso.
Los días de su insomnio le llevaron a descubrir, que su abuelo, en las noches salía del casa con una cuerda en la mano y que después de largo tiempo regrezaba, sin soga en sus manos. Julian, emocionado por ese acertijo nocturno decidió esperar esa noche y seguir a su abuelo.

El chirrido de la puerta del abuelo se oye. Julián se entumece y con los ojos entrecerrados ve la sombra de su abuelo cruzar por el umbral de su cuarto. Nada parece delatarlo, a excpeción de la puerta de la casa al cerrarse. Lo sigue. Sale de la casa y sube las altas colinas que rozan el cielo en dirección al rebaño.

No encuentra a su abuelo. Acelera el paso. Un berrido aterrorizado lo toma de sorpresa. Se da media vuelta y encuentra a su abuelo. Él está forcejenado con un lobo de ojos rojos. Julián suelta un grito. Su abuelo lo escucha, sabe que es él. Se empeña en su lucha y al poco rato asfixia al lobo con la soga que cargaba.Las ovejas, que estaban a su alredador como los espectadores de una lucha abren paso al hombre viejo que se encamina a su nieto.

-Ahora podrás dormir -le dice el hombre acariciando de forma afectuosa su cabeza.

Julián, todavía atemorizado asiente, cuando un golpe de sopor lo hace caer en el suave pasto. Las ovejas se acercan. Julián las mira y empieza a contarlas.

La vida sin ellos.

Era un día para cualquiera, a excepción para una persona. Esta mujer, que había vivido todos sus días como si no existiera se despertó y no encontró sus lentes. Con pánico en los ojos los buscó por cada rincón visible. Después de un día sin éxito, la mujer supo que se quedaría ciega por siempre, puesto que no tenía dinero para otros lentes.

Al anochecer, se sentó frente a la ventana y sólo por la brillante farola, que desnudaba la oscuridad, se dio cuenta de que había anochecido. Pensó en los días que no vivió, por estar ocupada en sus múltiples trabajos de sueldo bajo, como lavar las ventanas de almacenes de polvo, lustrar zapatos a las personas de brazos cortos (porque las de brazos estándar malinterpretaban sus servicios), pasear perros discapacitados, convencer a las niñas y niños menores de siete años que no podían volar...

Dio un suspiro pesado, que sólo logró hacer que su alma se ahogara más en sus huesos y se abandonó al sopor. Al día siguiente la mujer se levanto sin encontrar la luz y con la resignación tatuada en la frente decidió comunicarle a sus vecinos que estaba ciega. Primero fue con el vecino de la puerta 234. Él, al saber que no podía ver la invitó a su casa y le invitó una taza de café. Ella aceptó y mientras bebía el café con dificultad, el vecino,aprovechando su ceguera se puso su ropa de travesti y bailó frente de ella, cumpliendo una de sus múltiples fantasías sexuales. Dos horas más tarde la mujer fue a la planta baja y le informó a la vecina que regaba las plantas de enfrente. Ella al saberlo la miró con sus ojos enamorados y comenzó un llanto silencioso, al darse cuenta de que su vecina ciega ya no podría ser seducida por la operación de nariz que se había hecho.

Así, transcurrió el día. Entre sollozos, asaltos en los que se detallaba minuciosamente el arma para que no creyera que era de juguete, la unión a una asociación de ciegos por equivocación, el enamoramiento erróneo con un canario confundido con una galante voz, un beso apasionado con uno de los perros de su antiguo trabajo que sufría de una anomalía de crecimiento, hombres de brazos estándar, confundidos con manos largas... etc

La mujer, sorprendida por su extenuante actividad regresó a casa feliz. Sabiendo que tenía una nueva vida. Hasta que uno de los niños que trató de convencer de que no podía volar cayó sobre ella y murió.





Los lentes.


Se despierta y busca sus lentes. No los encuentra en el buró que está al lado de la cama. Se levanta, con la nube de confusión que sus ojos tejen con su ceguedad. Da varios pasos y sus manos, imitando el movimiento de los hombres borrachos se tropiezan en los estantes.
No podré salir de casa. Dijo la mujer para sí, con cierto alivio, pues se sentía muy cansada. Al abandonar este pensamiento sale de su cuarto y se vuelve a encontrar con la marea borrosa que inunda sus ojos. Da seis pasos y en el séptimo se tropieza y cae al piso. Trata de levantarse, no lo logra. Comienza a sentir como de su nariz emana un pesado fluido. Es sangre. Piensa. Quiere intentar levantarse de nuevo, pero un maullido le detiene. Es su gato. Alza la cara y con sus ojos de topo mira una masa obscura más grande que de costumbre. Gatito, gatito. Susurra sin mucha emoción. El gato muerde su boca.

Grita y su visión se vuelve rojiza. Implora por ayuda. Nadie escucha. Pasan los minutos, el gato se va.

Semanas después los bomberos encuentran su cuerpo, y por petición de sus padres buscan sus lentes. Éstos estaban incrustados en la espalda del gato.

Fin.

jueves, 12 de mayo de 2011

La viuda

La mujer de esposo moribundo, cansada de llorar sale de la habitación cuando su esposo exhala el ultimo aliento. Al llegar al cuarto de baño sus tristes hijas y nietos comienzan la orquesta sinfónica de luto con los abruptos sonidos de la nariz al contraerse para no dejar escapar los mocos.

La señora se postra frente al espejo. Una gota, en contra de su juramento de mantener los ojos secos sale y recorre su mejilla burlonamente. Ella, enojada por el rompimiento de su promesa, saca una navaja del buró del baño. Se la acerca a los ojos y corta una delgada y pulcra línea sobre las bolsas de piel que hay debajo de sus ojos. Al poco tiempo, emerge líquido, que al no ser pasado por el lagrimal de los ojos no tiene forma de lágrima.

La señora espera a que todo el agua salga. Sabe que seguirá sufriendo por meses, pero sin las lágrimas, como pruebas de la perdida de su marido, se le hará más fácil imaginar que está triste porque su esposo está en un largo viaje, y con aquella fantasía guardará la esperanza de que lo volverá a ver.

La mujer no sabe que el viaje que separa a su hombre de ella termina y se encuentran una hora después. ¿Cómo puedes estar vivo? Le pregunta la viuda a su esposo. El hombre no le contesta. Entonces la mujer vestida de negro ve que el chorro de agua que antes se desbordaba de sus ojos se había convertido en sangre.

Escrito por: Miranda Guerrero

martes, 10 de mayo de 2011

En las noches más silenciosas despierto con los ojos aún nublados de la sangre y al mirar hacia la repisa, veo el gato de mi abuela, dando zarpasos a las pesadillas de alas secas que escaparon por las ventanas de mis oídos

viernes, 6 de mayo de 2011

Mar y cielo.

De las miles de canciones desesperadas...
De los infinitos Adiós que significan ¿Por qué?
Por cada lágrima que se contuvo por saber que sólo era regresión a la anterior...
Gracias a cada uno de esos acontecimientos crece la imagen de la joven que reposa en la silla de la isla desierta. Ella se amarra una venda en los ojos y se imagina el mar y el cielo, que en un punto lejano del horizonte se confunden.

Volviendo el cielo palpable y el mar, inalcanzable.


miércoles, 4 de mayo de 2011

Trastorno de sueño num. 2345


Hay muchas cosas que desearía cambiar, una de ellas es pensar que sólo soy una persona como otras, con problemas y las soluciones encima de los hombros. Pero por más que resulte reconfortante este pensamiento de la realidad me hace caer de bruces...

¿Quién desearía estar con alguien que de noche , al alcanzar el letargo más profundo tenga la oportunidad de decidir que soñar? Tal vez, gente que no está en mi situación piense que esta habilidad es de gran placer y se imaginarían ellos mismos en un cielo azul que cruzarían volando, usando únicamente como alas: pies y brazos...pero, dime tu, lector de mis desdichas ¿Que harías cuando te dieras cuenta que ese firmamento no tiene salida? ¿Cómo te explicarías el disfrute del desplazamiento de tu mundo terrenal? ¿Cuál sería el momento en el que cruzarías la delgada línea de la vida de actos sucesivos sin sentido a la de un mundo de los actos deseados? ¿Cuando te darías cuenta de tu regocijo de saber con certeza que todo es posible?


¿Que harías cuando despertaras y vieras que todo fue un simple sueño?

viernes, 22 de abril de 2011

sábado, 16 de abril de 2011

.


Las decepciones en el camino sólo aumentan la esperanza de buscarme, porque nunca me he encontrado.

lunes, 11 de abril de 2011

Ojos desdeñosos.


Mis ojos deberían estar ya cerrados.

Aún cuando hay sueño hermoso que los incita a acostarse.

Y mientras uno espera, a que los ojos sucumban a los encantos del sueño, piensa en la oscuridad del cuarto.

Tal vez esa sea la razón por la que el insomnio siempre conlleva a pensamientos tan densos, porque sin saberlo, somos participes de un momento en el que el corazón del que desea tiembla y del que no anhela enmudece.

¿Y por qué los ojos de vez en cuando reniegan la petición de los sueños?

Si éstos los llevan a los lugares a los que nunca podrán ir.

Los sueños les dan a los ojos: piernas, pensamientos, una voz que no necesita lengua y boca para ser escuchada, un caballo plateado y para los más soñadores alas que no necesitan ser cargadas.

Ojos...si ustedes tiene la oportunidad de estar donde nunca se han imaginado, y se niegan

¿Qué oportunidad hay para nosotros?


domingo, 10 de abril de 2011

Ayer.

Yo nací bajo un amplio cielo.

Como todos.

Soy un egoísta, y todos se dan cuenta de eso.

Algunos me lo dicen.

Otros no, pero se alejan.

Creo que eso es aún peor…

Tengo 17 años.

Pronto tendré 18.

¿Estoy envejeciendo?

Si envejecer es vivir…

¿Qué malo hay en eso?

Deseo ser menos egoísta.

Puta , madre…

De todos los defectos, ese siento que es el peor.

Porque no puedes ver a la gente realmente.

Desearía cambiar.

De que la gente sintiera apego a mí.

Que me quisieran.

Y que yo aprendiera a querer.

Porque lo peor de ser egoísta es pensar que amarás.

Y uno no lo hace.

Busca rápido, en todos, mira lo que le gusta.

Se aferra y cree que lo demás ya no importa.

Ni la otra persona.

El egoísta no se da cuenta de eso, si la otra persona lo acepta.

Pero si lo rechaza, todo se vuelve confusión, como el telón que cae de manera inadvertida.

Desear estar con alguien que no quiere estar contigo…

¿No crees que eso sería egoísta?-dijo él.

sábado, 26 de marzo de 2011

A cada beso que das, busco una razón de creer.
Una necesidad de imaginar.
Y un deseo que me hace ir más allá.

lunes, 21 de marzo de 2011

Para el extraño.




Sé que estoy muy lejos de tenerte, y sé que en el instante en el que ambos estemos frente a frente, sin los ojos del extraño o del conocido, el reloj de los viejos comenzará a contar los segundos para cuando ambos regresemos solos, a la misma calle donde nos vimos, donde nos vemos, donde nos veremos, donde nos evitamos.

Quiero pensar que tu también me quieres encontrar, y que cuando lo hagas pensarás en mí como la mano que se quiere apretar, como los labios que deseas tocar y como los ojos que tratarás una y otra vez de trazar en tu mente, para que en la noche, ni la oscuridad del olvido te haga dudar cuando trates de bordarlos, con el inocente inteto de que ambos sigamos atados, aùn cuando estemos en la posicíón que nos hace estar tan cerca del vacío, la posición fetal que inconsientemente practicamos para la muerte.

Encuentrame.

sábado, 5 de marzo de 2011

Un capullo.

Hoy tu tallo se volvió a encorvar y tus pétalos, aún cerrados no saben si esperan la luz del sol o el sabor de la tierra cuando la flor se quiebre y caiga. Una abeja pasa a tu alrededor, tu no la escuchas. No escuchas a nadie. Tus pétalos te ciegan, te hacen sorda y muda. Los capullos que se gestaron en el mismo ciclo que tú, parecen aventajarte y eso no te impulsa a sacar aunque sea el primer pétalo fuera del capullo, como un guiño de "regresa" a la abeja que ayuda. Las hormigas, temerosas por el silencio espectral que tus pétalos construyen como tumba no se animan a subir y ver desde otra perspectiva.
Otro día, otra noche y tu capullo no ha florecido. ¿Que no te da curiosidad saber aunque sea el color de aquellos pétalos? Espera...un pétalo esta abriéndose. Oh no, me equivoque. Entrecerré pro un breve momento mis ojos y cuando las pestañas se alzaron para abrirme la vista me confundí con su movimiento arteciopelado.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Hoy no quiero ver quien soy.
No quiero ver a los demás.
tampoco quiero confundir mi sombra con la de otros.
Ni siquiera quiero ser hoy, la rama del árbol frondoso.
Y el seguir los sueños que guardo celosa bajo de mi cama no esta en mis planes de este día
Pero es que no puedo detenerme, en desear algo que todavía no sé si soy yo.
No quiero ropa, pintura para la cara, zapatos y guantes de seda.
No quiero ser la mujer de noventa, sesenta, noventa.
Hoy quiero ser otro, alguien más.
Que no sea yo.
Porque hoy, quiero ser alguien.

jueves, 20 de enero de 2011

Ojos adormecidos.

Ella, pensé...Cree que ha perdido algo, que la vida se ha ido colina abajo y ella podrá sólo alcanzarla hasta que los pasos que la hacen recorrer el camino le den vuelta a la tierra, y el cielo de luz esplendorosa se volviera el grisáceo de las tibias noches. ¿Luzco muerta? Preguntaste, con tus ojos bordados por las telas pardas, surcos de piel más oscura. Yo observé. Vi los labios hinchados de la sangre correr y no me dificultó pensar en las alas de las moscas aleteando alrededor de las capas de carne que cubren tus dientes. Miré tu espalda encorvada, tus brazos. Luces cansada-contesté, y no mentí. Aunque tu querías que te engañara, que te dijera que tus ojos se habían caído y que tu, ciega habías tomado los primeros objetos redondos que encontraste al agacharte al piso, con tus manos trémulas por la desesperación. Sí, vi la decepción de tus ojos, al ver que yo no encontraba nada en ti, excepto vida. Tal vez una pausa, una caída agravada...No, no puedo decir cuan lastimada estás. porque yo deseo vivir, aunque sea por hoy.

martes, 4 de enero de 2011

La trampa de Barrabás

Sé que ya no hay nada, y aún así sigo asomándome debajo de la cama, deseando encontrar. Quiero ver esas uñas redondas, tan delicadas para pertenecer a los dedos del pie. Anhelo ver aquel cabello tan dócil, de fragancia alegre. Besar esas mejillas que tu alguna vez hiciste marcar mi nombre sobre ellas, con el paño de venas que les daban color. Y ese deseo se alimenta, va en aumento, crece como la débil orquídea que uno arranca, para esconderla dentro del cajón.

Eres un capricho, una flor que ha muerto ya, y que aún no saco de la celda de cuatro paredes de madera.

Veo bajo la cama, sigues sin estar ahí.

Te has muerto. Y no sé si repito esto para asegurarme que no te he seguido los pasos...te enrosque tanto a mí, a tal grado que ambas nos consumíamos.

Me acuerdo...de las dos sobre la cama rosa. Estábamos cansadas de jugar, de encontrar el pie de la otra en el lugar que se suponía estar el miembro propio. Nos volteamos a ver, fingimos. ¿Qué fingimos? estábamos muy cansadas una de la otra para poder colgar la sonrisa que lastima. Estábamos tan hastiadas que el dolor que sacamos fue sin accidente. Yo te aferré más. fue mi culpa. No tuya.

Te sigo buscando debajo de la cama. Te trato de encontrar para cersiorarme de que nunca volverás.

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