jueves, 28 de octubre de 2010

Listones.

Y yo que pensé, que por ser de la misma tela, nuestro listón no tendría hilos sueltos.

Pero ya ves...alguien corto nuestra longitud.

¿Con unas tijeras? Lamentablemente, no...

Ya no estoy segura, de qué color soy.

Si soy lila o gris.

Si eres verde, o azul.

¿Acaso nunca aprenderé?

Que no somos listones, ni estatuas rígidas, abandonadas en un coliseo olvidado...

¡Oh ,bonita mi manía de enredar listones en mis manos!

sábado, 23 de octubre de 2010

Laguna de filosofías


Dicen que nosotros sentimos la luz del sol después de ocho minutos, esto significa que si el sol acabara nosotros nos daríamos cuenta ocho minutos después. ¿Qué hay en ese tiempo? ¿Mientras la luz llega? ¿Nos volvemos lápidas? ¿Aves volando en las ruinas?

Yo sigo sintiendo la luz en la piel.

En ese abismo de minutos tardíos, de pasados, presentes y posibles futuros.

No veo ningún vacío.

Si acaso algo no llega es porque yo no lo quiero ver.


lunes, 18 de octubre de 2010

Detrás de una cortina, a lo lejos.

Veo a los demás.

Y no sé que decir.

¿En qué piensan?

¿Qué anhelan?

¿Vivirán por instinto?

¿O son de esos que se aferran a lo que pueden para seguir en pie?

Uno se da cuenta que va envejeciendo.

Cuando sabe que un día va a morir.

No es que nunca haya sabido lo que significa esa palabra.

No tiene que ver con los esqueletos o momias de esa infancia de tesoros y naves espaciales.

Uno sabe que va a morir al ver a los ancianos.

Contemplar los ojos sin sombra del bebé en brazos.

De ver repetitivamente la cara de todo los jóvenes salir de una escuela.

De que todos ellas y ellos se te hacen iguales a ti.

Eso es saber lo que es morir.

lunes, 4 de octubre de 2010

Ironía


Vi una persona hace cuatro días.

Se parecía mucho a un viejo recuerdo.

A un humano que descendió a objeto.

A utileria de mis pensamientos.

Era él tan real....y tan falso.

Me reí para mi poco después.

Me imagine a la pequeña que ya no existía en mí.

En la que había prometido a ese pasado que nunca lo dejaría.

La niña que se volvió mujer al comprender que nada dura.

Si ella hubiera visto lo que sucedió hace cuatro días....

Habría llorado
lagrimitas caerían de sus ojos.
pucheros saldrían de su boca hinchada.
correría a casa y le diría al amado lo que paso.
y juntos prometerían que eso nunca iría a suceder.

La mujer que vio la escena, el reencuentro en el que los residuos se encontraron, experimentó ternura y al final sintió felicidad.

Por saber que algo al fin había terminado.