viernes, 27 de mayo de 2011

Tenue.

La oscuridad tranquila posa sobre su frígido cuerpo...
Los ojos claros y cabello cobrizo van poco a poco cediendo.
No hay más que decir...
Por más que ella camine, él le seguirá.
No importa lo que pase.
Él es su sombra.
La mancha parda que yace cocida en sus talones y se extiende cada vez que ella avanza.
...
Por eso tanto se aman.
Porque la noche y el día serán sólo uno, cuando el tiempo se detenga y los seres con ojos mueran.
Sólo así saldrá la verdadera naturaleza.
Y la diferencia emanará su verdad...
No se puede ver con ojos marrones, no se puede observar con la ceguedad blanca.


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